En la época fría, excursionistas profesionales o amateurs, o familias enteras, deciden lanzarse a la aventura de disfrutar al aire libre ante temperaturas extremas para admirar la belleza de la naturaleza. Sepa que no es imposible, solo deberá prepararse adecuadamente para que su cuerpo no sufra ningún tipo de alteraciones.

La nieve es un atractivo para niños y adultos, ya sea para dar paseos, hacer muñecos o esquiar en zonas seguras, es necesario contar con la indumentaria apropiada, abrigos, pantalones, guantes, gorros y botas para resistir las temperaturas.

Otro de los aspectos de gran importancia es la preparación del organismo desde su interior, para que este tenga las calorías necesarias y la nutrición requerida para no sufrir de agotamiento o desmayos.

Antes de salir, prefiera un desayuno que contenga cereales, lácteos y frutas que le aporten lo necesario ante la jornada que incluye ejercitarse un poco más al movilizarse por la nieve.

Es necesario considerar que durante el paseo se pueden pasar varias horas en la nieve, por ello es ideal llevar comidas almacenadas en una mochila para tenerlas a mano a la hora de comer. Incluya almuerzo, cena, una merienda altamente calórica  y bebidas.

Recuerde llevar alimentos que le aporten energía y que se mantengan en buen estado, un sandwich de jamón, queso, atún, pollo acompañados de un vegetal, frutos secos como ciruelas e higos, yogur líquido, granola, frutas como mandarinas, plátanos, manzanas son fáciles de consumir y no requerirá platos ni cubiertos para servirse.

Entre los tipos de meriendas, las opciones más recomendadas son chocolates, galletas, papas en bolsa o frutas secas si prefiere irse por un bocado saludable.

Al retornar a su casa recuerde consentir y aclimatar el cuerpo con una sopa caliente, un puré de verduras y una bebida que lo reconforte y lo ayude a descansar sin la pesadez de un largo proceso digestivo en su organismo.